Nuestro problema: El hábito

 In Salud

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Cuando iniciamos un plan para bajar de peso la razón por la que nos impulsan a centrarnos en nuestro problema (el hábito) es evitar que neguemos que en realidad tengamos un problema. Sin embargo, aunque este método permite que tal objetivo se logre con frecuencia, centrar nuestra atención en el problema o el hábito hace que éste crezca en nuestra mente y parezca mucho más difícil de superar. Así pues, aunque concentrarnos en el hábito impide que lo “neguemos”, tal esfuerzo nos conduce, al mismo tiempo, a validar  la severidad y la complejidad de nuestro problema, lo que a su vez nos confirma lo difícil que será superarnos.

Casi todas las personas con exceso de peso presentan un común denominador: la comida siempre está en su mente.  Con el fin de perder peso lo que debemos hacer es alejar la atención de la comida. Esta debe estar menos tiempo en nuestra mente, y no más tiempo. Lo mismo aplica a cualquier hábito. Si pasamos todo el día pensando en el cigarrillo, será sumamente difícil no fumar. Si alguien no deja de pensar en lo mucho que le desagrada su conyugue, le será difícil sentir amor cuando llegue a su hogar. Nuestra energía siempre sigue a nuestra atención; si nuestra atención se dirige a la comida, allá irá nuestra energía.

Hay un viejo adagio que dice: “no hay que echarle leña al fuego”. Si los hábitos son el fuego, pensar en ellos es la leña. Cuanto más leña le echemos al fuego, más crecerá y más difícil será apagarlo después. Así ocurre con los hábitos: cuanto más pensemos en ellos, mas se agravan.

Felicidad, decisión y entendimiento. La felicidad es el terreno que posibilita la recuperación; la decisión es el compromiso interior que nos señala una meta, y el entendimiento es el vehículo que nos lleva a nuestro destino.

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