¿Cuánto puedo llegar a engordar en una semana de excesos?

 In Salud

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No es una situación tan extraña. Sale tarde del trabajo y no tiene ganas de ir al gimnasio. En su cocina, solo luce una destartalada pizza en el congelador. ¡Al horno! Se para a pensar que hoy ha almorzado sándwiches y unas papas fritas . Y anteayer hubo un cumpleaños en la oficina en el que se pusieron morados de tanto pastel. Mañana, ha quedado a cenar con una amiga a la que hace tiempo que no ve. «Después», imagina mientras muerde la pizza con extra de queso, «irán a tomar unas copas a la coctelería de moda que inauguraron hace un mes». Y cuando se levante con hambre -es lo que tiene la resaca- no querrá, precisamente, un desayuno frugal. ¿Se nos ha ido de las manos? Tranquilidad: una semana aislada de abusos tiene poca repercusión en una persona sana de vida activa. A lo sumo, subiremos unos gramos la cifra de la báscula (y, quizás, también el colesterol). Pero, ¿de qué aumento de peso podemos llegar a hablar?

“Un periodo de excesos va a suponer siempre que el cuerpo engorde, pues la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Y en este caso lo hará en forma de grasa”, explica el profesor Ángel Gil, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada y presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición.

El experto hace la cuenta. Cada 1.000 calorías de más que se incorporen en la dieta (un adulto ha de ingerir entre 1.900 y 3.500, en función de su sexo, peso o edad, según la FAO), sumamos entre 60 y 80 gramos de grasa pura (sin tener en cuenta el componente acuoso). Ojo: solo el brownie tiene 500 calorías. “En el supuesto de que una persona incorporara 1.500 calorías de más por jornada [el equivalente a una dieta equilibrada a la que se suma un par de refrescos, una bolsa de patatas fritas, exceso de frutos secos y un postre dulce o de chocolate], en una semana sin límites acumularía un superávit de 10.500 calorías”. Conclusión: la ganancia de peso sería de entre 1 y 2 kilos en ese lapso de tiempo. “Que es lo que podria suceder en esta semana santa, cuando la gente se atiborra a mantecados, turrones, come y bebe de todo, deja de ir al gimnasio y no se mueve”, apostilla el catedrático. «El equilibrio calórico es como una balanza. Para mantener su peso corporal, las calorías que se consumen (de los alimentos) deben equilibrarse con las calorías que se gastan (para las funciones corporales normales, las actividades diarias y el ejercicio)”, afirman desde el Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Este organismo recomienda 2 horas y 30 minutos de actividad aeróbica moderada/intensa (por ejemplo, caminar a paso ligero) cada semana, y actividades de fortalecimiento muscular que trabajen los principales grupos durante dos o más días a la semana.

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