Años de más y Kilos de más II

En teoría y solo teoría, el organismo es una maravilla de equilibrio, ya que el peso es una constante estable. Esta constante es un prodigio de la naturaleza y representa un equilibrio perfecto entre lo que entra y lo que sale.

Considere, por ejemplo, a los animales no domésticos: mantienen un peso constante a lo largo de toda su vida. Nosotros los humanos, hemos perdido el instructivo, ¡hasta nuestro perro tiende a ponerse gordo! El modo de vida, el sedentarismo, el exceso de grasa y azucares, todo conduce al desequilibrio. El equilibrio de nuestro peso es frágil. Por ejemplo tomar un terrón de azúcar de más todos los días durante treinta años nos hace aumentar 20kg si no hay un consumo de energía equivalente. En realidad, consumimos mucha más energía para satisfacer nuestros sentidos que porque así lo requiere nuestro organismo, y es una tendencia que no requiere nuestro organismo, y es una tendencia que no forzosamente disminuye con la edad. Ahora bien, en periodos de abundancia y de no existir esfuerzos físicos importantes, las calorías alimenticias ingeridas en exceso (ya sean lípidos, proteínas o glúcidos) se almacenan en forma de lípidos o de reservas de grasa del tejido adiposo.

El conjunto de procesos de almacenamiento y de liberación de los nutrientes se adapta a las necesidades metabólicas del momento.

• No como mucho pero subo de peso

Si todos los días anota todo lo que come, seguramente se llevará algunas sorpresas. Un bocadito por aquí, otro por allá… Algunas personas no están conscientes de la cantidad de calorías que consumes por día.

Hay otras que no tienen ni la menor idea de lo que representa una porción normal: no cabe duda que entre 100 y 200g de papas hervidas, aderezadas con 10 o 40 gr de mantequilla para acompañar el pescado de mediodía… hay una pequeña diferencia. Por lo tanto, es de suponer que, a largo plazo, esta diferencia se verá reflejada en kilos.

• Me encanta comer, y eso es un problema

¿Le gusta mucho comer, o le gusta comer mucho? Para usted, ¿es lo mismo alimentarse que llenarse? ¿Realmente cree que los obesos son unos gourmet? En su opinión, ¿Qué es lo que engorda? ¿Abalanzarse sobre una bolsa de frituras, o preparar un platillo sofisticado y disfrutarlo primero con los ojos?

El problema existe solo en su mente: que le guste la comida no significa que tenga que comer alimentos grasosos. Por lo tanto, ¡abra el paso a los sabores, a la creatividad y a lo liviano! {jcomments on}